Criterios de selección de una revista científica para postular un artículo: breve guía para no ‘quemar’ un paper

Criteria for selecting a scientific journal to submit an article

Critérios de seleção de uma revista científica para postular um artigo

Alixon Reyes Rodríguez*, Rodrigo Moraga Muñoz**


*Pedagogía en Educación Física. Grupo de Investigación AFSYE, Universidad Adventista de Chile, Chillán, Chile. alixonreyes@unach.cl; ORCID ID: 0000-0001-9587-0930.

**Pedagogía en Educación Física. Grupo de Investigación AFSYE, Universidad Adventista de Chile, Chillán, Chile. rodrigomoraga@unach.cl; ORCID ID: 0000-0003-3946-4884.

Información del artículo

Recibido: nov 29  de 2019, revisado: dic 08 de 2019, aceptado: enero 12 de  2020.

Cómo citar: /how cite: Reyes, A., Moraga, R., (2020) Criterios de selección de una revista científica para publicar un artículo: breve guía para no ‘quemar’ un paper. Sophia, 16(1), 93-111.


Resumen

La divulgación científica es imprescindible para consolidar el diálogo académico y el desarrollo científico-técnico. Ahora, mucha de la investigación que se hace y se divulga no produce el impacto esperado dado que las vías de divulgación no son las más adecuadas en algunos casos. Este trabajo tiene como objeto la revisión propositiva de criterios de selección de revistas científicas con el fin de la postulación de artículos para su publicación por autores nóveles. Así, plantea una guía para la escogencia de una revista científica que reúna las mejores condiciones en el ámbito de la visibilidad, acceso, impacto y calidad de la información.

Palabras clave: investigación, criterios de selección, revista científica, artículo, publicación.


Abstract

The popularization of science is essential to consolidate academic dialogue and scientific-technical development. Now, much of the research that is done and disseminated does not produce the expected impact since the means of dissemination are not the most appropriate in some cases. The purpose of this work is to review the selection criteria for scientific journals in order to submit articles for publication. Thus, it proposes a series of indicators that guide the selection of a journal that meets the best conditions in the field of visibility, access, impact and quality of information.

Keywords: research, selection criteria, scientific journal, article, publication.


Resumo

A divulgação científica é essencial para consolidar o diálogo acadêmico e o desenvolvimento técnico-científico. Agora, grande parte da pesquisa realizada e disseminada não produz o impacto esperado, uma vez que as rotas de divulgação não são as mais adequadas em alguns casos. Este trabalho tem como objetivo propor uma revisão dos critérios de seleção de revistas científicas, a fim de solicitar artigos para publicação. Assim, gera uma série de indicadores que orientam a escolha de uma revista que atenda às melhores condições no campo da visibilidade, acesso, impacto e qualidade das informações.

Palavras-chave: pesquisa, critérios de seleção, revista científica, artigo, publicação.


Introducción

Necesario es decir que la investigación no finaliza con la presentación de resultados en cierto proyecto, sino con la publicación y divulgación de los mismos (Ganga, Castillo y Pedraja-Rejas, 2016; López, 2013; Mantilla-Villarreal, Fontalvo, Velasco-Bayuelo, Algarín, Rodelo-Salcedo, Barranco y Caballero-Uribe, 2010; Day, 2005). Para investigadores como Ávila y Martínez (2012), no publicar lo que se investiga equivale a la no conclusión de la investigación. Así las cosas, la publicación y la divulgación son eslabones de suma importancia en el proceso de la transferencia del conocimiento y en la validación de las investigaciones.

La publicación, como premisa del sistema de divulgación de información y comunicación científica [ciencia como conocimiento certificado (Merton, 1977)], tiene que ver, en primer lugar, con la filosofía que se tenga de la ciencia (ethos científico, en Merton) y de lo que es el conocimiento científico, y ello es clave por cuanto hay una relación binaria en una especie de ida y vuelta que parte del ámbito del investigador y se irradia a los grupos cercanos, esto es, los estudiantes, los pares, el grupo de investigación, la universidad, el sistema de ciencia y tecnología del país correspondiente, el sistema que conduce a la comunidad internacional, etc. Además, la publicación tiene que ver con el diálogo científico que generan los hallazgos, y, de forma concreta, con indicadores que apuntan hacia los esfuerzos que hacen las instituciones (universidades, centros de investigación, laboratorios, entre otros con fines adjuntos) para concretar aseguramiento de la calidad educativa en procesos asociados a la docencia y la investigación. De hecho, en países que forman parte de los convenios en los que el Proyecto Bolonia y su correlato latinoamericano Alfa Tuning, la publicación científica tiene carácter prioritario a nivel de requisito y tiene esa connotación (Herceg, 2012), configurándose este elemento como un indicador clave para procesos de acreditación (Niles, Schimanski, McKiernan & Alperín, 2019; De la Hoz, 2016; Anzola, 2012; Perceval y Fornieles, 2008; Boville, Argüello y Reyes, 2006). Publicar se convierte también en una necesidad en tanto es uno de los requerimientos de instituciones universitarias para la titulación de programas de formación avanzados (entiéndase postgrados), bien sea a nivel de magíster o a nivel de doctorado [Márquez-Benavides y Baltierra-Trejo, 2017; Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), 2011; Angarita y Mateo, 2011], además de la inversión que hacen las instituciones universitarias en el desarrollo de investigadores.

Publicar, como producto de la investigación, redundará en un ciclo de desarrollo que parte de lo personal y se irradia a lo colectivo, entendiéndose lo colectivo como ese grupo primario con quien se relaciona quien investiga y publica, sean colaboradores, colegas de trabajo, estudiantes, etc., pero que también genera un impacto institucional en tanto consolida la experiencia de investigación, produciendo conocimiento, generando nuevas vías de avance, abriendo perspectivas de desarrollo y aumentando el caudal concreto de los productos en lo ateniente al ciclo de producción de conocimiento. Además, quien investiga y publica genera cierto impacto en una comunidad científica que entra en diálogo en relación con los hallazgos, y nos referimos acá evidentemente a una pléyade de consultores de la investigación en cuestión, es ese grupo de referencia disciplinaria que se nutre de los aportes y comparte los mismos códigos, otorgando el reconocimiento respectivo (Vessuri, 2007). Esto es un desafío importante, porque implica salir de la dimensión doméstica en la comunicación de la investigación y sus resultados (Devís-Devís, Villamón y Valenciano, 2014; Rojas, 2008). Entonces, publicar no es un ejercicio de egolatría, sino por el contrario, es una necesidad en el mundo académico y científico hoy.

La necesidad de la publicación se percibe más cuando se entiende que hay necesidades declaradas por las comunidades que ameritan atención, necesidades de las instituciones, de los mismos gobiernos, y si bien es cierto se está haciendo investigación en universidades, en instituciones científicas, en centros de investigación, en laboratorios, entre otros, no es menos cierto que no todo lo que se investiga, se publica, y que no todo lo que se publica se ubica en fuentes de alto impacto (Lam, 2016; Jiménez, 2011).

Los canales de divulgación de la ciencia que se produce, pueden ser libros, revistas científicas, informes técnicos, conferencias o ponencias en congresos y otros eventos de carácter científico en los que se presentan las conferencias y ponencias en resultado de las investigaciones, entre otros (Jiménez, 2011; Manterola, Pineda y Vial, 2007). En esa variedad, las revistas científicas son agentes científico-editoriales (Martinovich, 2019) que ocupan un sitial de importancia habida cuenta el dinamismo con el que potencian el diálogo académico-científico, el impacto que generan, y los avales que permiten la validación de los productos que finalmente se publican como primicias (comprendiendo que los sistemas de validación y los criterios de legitimación de los distintos campos del saber son particulares). Pire (2015: 1) sostiene: "Una revista científica es una publicación periódica en la que se recoge el progreso de la ciencia, incluyendo avances sobre las nuevas investigaciones". En este sentido, siendo que las revistas científicas se han constituido como un canal predilecto para la divulgación científica, válido es considerar que, quien considere postular un trabajo de investigación para publicar en una revista, necesita tener criterios claros para seleccionar la revista más adecuada.

Antecedentes y hallazgos

Al buscar información sobre el tema, el investigador encontrará artículos, libros, blogs, portales, en los que se ofrece información en relación con recomendaciones para redactar un artículo (Rivas, 2017), normas para autores (en las revistas), criterios de indexación de revistas en los índices internacionales, criterios de selección de revistas por parte de repositorios y bases de datos (Ruíz-Pérez, López-Cózar y Jiménez-Contreras, 2006; López-Cózar, Ruíz-Pérez y Jiménez-Contreras, 2006). De todas estas fuentes pueden extraerse valiosos datos al momento de elaborar un artículo con el fin de su publicación en una revista científica, pero el interesado en publicar tendría que ir anotando a medida que va encontrando información que se encuentra diseminada.

En el proceso de búsqueda se ha encontrado que no son muchos los trabajos dedicados de manera exclusiva a examinar con detenimiento orientaciones o criterios para selección de revistas científicas. Sí hay en tanto y cuanto consideran el tema como un tema secundario al ubicar en primera línea la redacción de artículos científicos. No se demerita ello, pero, en la ocasión que nos convoca, se considera que, tan importante como la redacción de un artículo científico, es saber a cuál revista dirigirse y postular para publicar. ¿Por qué? Como ya se ha mencionado, mucho de lo que investiga no se publica y no todo lo que se publica finalmente alcanza una adecuada visibilidad. Mucho de esto sucede por cuanto los investigadores noveles no cuentan con las herramientas necesarias y suficientes como para seleccionar revistas científicas adecuadas, comprendiendo que se trata, entre otras cosas, de un tema de formación, mentoría y desarrollo progresivo (Vessuri, 2007). Si bien, tal situación es evidente, no es menos cierto que, ya sea por desconocimiento (Cáceres, 2014), sea por inexperiencia, sea por temor al rechazo, ya sea por falta de orientación y apoyo técnico, sea que las posibilidades sean más reducidas en sociedades con restricciones económicas, científico-tecnológicas y políticas -por los motivos que fueren- (Cepeda, Pazmiño y Medrano, 2018; Ibañez, 2016; Marín, 2016; Marcellán, 2016; Poch y Villanelo, 2016; Páez, 2010; Albornoz, 2007), en ocasiones, buenos trabajos terminan en revistas de dudosa calidad, y por tanto se restringe la visibilidad y el impacto que estos pueden tener en el ámbito social y en el ámbito científico. La proyección y la visibilidad de una investigación son importantes, no tanto por el prestigio que generan para el investigador y la institución que apoya, sino por el impacto que, a nivel social, puede tener. Y allí se da el juego de la ciencia. El prestigio será una consecuencia de lo anterior.

Entre los hallazgos, tenemos que, Murillo, Martínez-Garrido y Belavi (2017), suponen como criterios recomendables para la selección de revistas, los que siguen a continuación: orientación temática de la revista; prestigio de la revista; márgenes de tiempo para el proceso de evaluación; periodicidad. En un segundo hallazgo se tiene que, en el informe de la Asociación Profesional de Especialistas en Información (APEI), Baiget y Torres-Salinas (2013), sostienen que, la selección adecuada de una revista debe orientarse con base en: temática, prestigio de la revista, factor de impacto, plazos de evaluación y publicación, difusión, disponibilidad electrónica, costos por publicar. Lubbers (s.f.), propone seis aspectos a considerar para seleccionar una revista, siendo estos: análisis del tipo de revistas según el campo (multidisciplinar o disciplinar), revisión de la jerarquía de las revistas según indicadores de impacto y el prestigio de investigadores que han publicado en la revista, revisión de la revista según el prestigio (basado en tasas de aceptación y rechazo de manuscritos), revisión de la información propia de la revista (línea temática, normas para autores, etc.), referencias de otros investigadores que han publicado en la revista, revisión de los contenidos de la revista y finalmente, revisión del proceso de evaluación de la revista.

Según López (2013), quien ofrece algunas indicaciones al respecto, la selección de la revista debe atender los siguientes criterios: sistema de evaluación de la revista, institución que acredita o patrocina la revista, reputación de la revista en la comunidad científica, editor o editora responsable con respaldo de editores temáticos, continuidad de la revista, estricta publicación según periodicidad declarada por la revista, consolidación de la revista, índices de calidad con que cuenta la revista y el factor de impacto de la misma. Ahora bien, un trabajo dedicado exclusivamente a considerar el tema de los criterios para seleccionar una revista es el realizado por Márquez-Benavides y Baltierra-Trejo (2017), trabajo este en el que se propone una matriz para la selección. Los autores sostienen que, por lo menos, son seis los criterios que deben considerarse para seleccionar una revista, a saber:1) el factor de impacto de la revista [(sin que sea un criterio de exclusión el que una revista carezca del mismo) teniendo presente que Scopus y Scimago tiene indicadores propios y equivalentes]; 2) el tiempo de aceptación promedio; 3) el número de artículos publicados anualmente; 4) el tipo de indización; 5) que la revista candidata sea citada en el artículo que se pretende publicar; 6) cargos por publicación de artículo. Nótese que, si bien es cierto hay coincidencias en los criterios que los autores revisados mencionan, bien vale destacar que, hay criterios que son considerados por unos y no por otros. Además, el orden de importancia en el que son ubicados tampoco es el mismo.

Cuando un investigador tiene listo un trabajo de investigación, generalmente se pregunta, ¿dónde publico? Adicional a ello surgen otras preguntas: ¿es lo suficientemente bueno mi trabajo para que sea aceptado por una revista? ¿qué tipo de revista acepta manuscritos del tipo que presento?, ¿cuáles son sus características?, etc. Justamente una caracterización de las revistas permitirá ir disipando ciertas dudas en cuanto a la naturaleza de este tipo de medios de divulgación de la ciencia y de las posibilidades que tiene el investigador para lograr la publicación de su trabajo identificando y verificando patrones de calidad del artículo en relación con las normas de la revista a la cual postula. Lo primero que debemos tener en cuenta, es que, las revistas científicas son medios de divulgación de la ciencia, esto es, lo que en estas revistas se publica termina siendo resultado de un proceso de investigación, de la aplicación rigurosa y lógica de los métodos científicos, de análisis, discusión, comprobación, validación, entre otros aspectos, siendo esta una de las principales diferencias con respecto a los magazines, las revistas de divulgación, los periódicos, entre otros. Así, la revista implica un sistema de evaluación de la ciencia.

Al hablar de la selección de una revista científica para postular un artículo el autor debe tener presentes ciertos criterios para que su selección sea adecuada en términos de la publicación oportuna, de la visibilidad y la generación del diálogo académico-científico que inicia su comunicación científica. De no usar criterios para seleccionar, probablemente se obnubila con las primeras revistas que consiga al hurgar. En tal sentido, los criterios se convierten en una especie de directrices que permiten depurar la búsqueda de la revista científica más adecuada con el propósito de postular un artículo producto la investigación y no desperdiciar un artículo. Así las cosas, una búsqueda basada en criterios arrojará indicadores claves en razón de los cuales se tome una decisión. De esta forma, el presente ejercicio ofrece una serie de criterios que pueden guiar la búsqueda y selección de la revista científica más adecuada. Estos criterios pretenden incluir aquellos de carácter bibliométrico (que se destacan por ser cuantitativos), pero también aquellos de carácter cualitativo. Al mismo tiempo, no pretenden carácter de exclusividad, sino que, por el contrario, pretenden sí, convertirse en orientaciones para investigadores.

Criterios sugeridos para la selección de una revista científica

Entre los criterios sugeridos para que un autor haga la búsqueda y revise al momento de decidir por la revista a la que intentará postular su trabajo, están:

* Línea editorial y tema de la revista: cuando un autor va a postular un trabajo debe considerar la línea editorial de la revista y la orientación temática. Ello por cuanto si su trabajo no tiene afinidad con la línea editorial, entonces será rechazado, no porque el trabajo sea malo, sino porque no corresponde con la línea editorial. Esta situación tampoco sugiere que el investigador deba cambiar de criterio por cada revista que revisa, sino que elija aquella con la cual comparta propósitos y criterios temáticos. Cuando un autor busque información seguramente se encontrará con revistas de carácter multidisciplinario (ej.: revista de ciencias sociales), ubicará revistas disciplinares (ej.: revista de ciencias de la actividad física), y/o encontrará revistas monotemáticas (ej.: revista de biomecánica, revista de otorrinolaringología, revista latinoamericana de metalurgia y materiales). En este sentido, el autor deberá contrastar que el tema de su trabajo corresponda con la orientación temática de la revista, de lo contrario, por muy bueno que sea su trabajo, será rechazado. Las revistas pueden distinguirse también por su asiduidad a publicar números monográficos, números especiales, entre otras modalidades, y su formato puede variar: impresas, electrónicas y mixtas.

*Indexación: uno de los primeros criterios (y de los más importantes) que se consideran para la selección de una revista de carácter científico es la indexación, esto es, si la revista se encuentra acreditada por índices nacionales e internacionales de revistas científicas, estando incluida en bases de datos y repositorios (institucionales, nacionales, internacionales), siendo los índices de mayor popularidad, por lo menos en América Latina, WoS (ex ISI), Scopus, Scielo, Redalyc y el directorio Latindex. Es importante considerar que cada país cuenta con un sistema de acreditación de revistas científicas, generalmente residentes, bien sea, en ministerios ejecutivos de educación y ciencia, en sistemas de promoción de ciencia y tecnología, o en fondos nacionales de ciencia y tecnología de los países respectivos, y que, estos también evalúan y acreditan las revistas en el ámbito nacional, generalmente empleando criterios normalizados con los índices. La indexación es adjudicada por el índice al cual se haya postulado cuando una revista, después de ser evaluada, se destaca por cumplir con una cantidad mínima de requerimientos que avalan la calidad, la visibilidad de la publicación, los protocolos de evaluación y arbitraje, entre otros aspectos de relevancia científica. Se piensa que una revista indexada cuenta con un mayor nivel de cientificidad e impacto que una revista que no lo está, de allí que las universidades y los sistemas nacionales e internacionales de investigación, ciencia y tecnología, avalan las publicaciones de este tipo, y se trabaja para que revistas arbitradas se consoliden y aspiren a la indexación. Por supuesto, desde esta plataforma se sugiere una revisión minuciosa de la revista, y ello en vista de que, como sugiere García (2006:44):

Si por el hecho que la revista no esté indexada debemos considerar a priori todos los artículos malos y desecharlos, estamos equivocados. Si por el hecho de estar la revista indexada debemos aceptar como buenos todos los artículos, también es erróneo.

De hecho, valdría destacar el tema, dado que, personajes como Randy Schekman, Premio Nobel de Medicina en 2013, afirmó: "(...) la reputación de las grandes revistas solo está garantizada hasta cierto punto. Aunque publican artículos extraordinarios, eso no es lo único que publican. Ni tampoco son las únicas que publican investigaciones sobresalientes" (citado en, Barsky, 2014: 1/1). Puede darse el caso de alguna revista arbitrada más no indexada que publique trabajos de mucha calidad, pero a la revista aún le falta cumplir con algún otro requerimiento para lograr la indexación, y estos sean criterios que no tienen que ver específicamente con la calidad de los artículos sino con elementos relacionados con la plataforma misma de la revista que deben ser subsanados a la brevedad. Estos elementos deben ser para el autor importantes, pero no limitantes a la hora de seleccionar la revista. Ahora, una forma de determinar la indexación de la revista pasa por la revisión de los índices en los que la revista declara estar indexada. Un asunto es que la revista declare estar indexada y otro muy distinto el que en realidad lo esté. Para determinarlo, busque el índice correspondiente y verifique según el ISSN de la revista (sea esta impresa, electrónica o mixta). Esto puede hacerlo en el portal específico del índice correspondiente o en alguna matriz de análisis de revistas [un ejemplo: Matriz de Información para el Análisis de Revistas (MIAR)]. Ello porque los índices actualizan cada cierto tiempo la información referida a la vigencia de la indexación, o no, y generalmente lo hacen con mayor periodicidad que lo que hacen las revistas con sus propias páginas.

* Idioma: el idioma o los idiomas en los que publica una revista serán fundamentales, en tanto podría ser un elemento que restrinja o aperture la posibilidad a un investigador. Un autor podría intentar postular el artículo en inglés, que es el idioma en el que existe la mayor cantidad de revistas indexadas de alto impacto, o es el idioma en el que se publican anualmente la mayor cantidad de artículos científicos (Niño-Puello, 2013; Martel, 2001), o muy bien podría postular su trabajo en otro u otros idiomas que maneje, en los que también hay revistas científicas de alto impacto. Pero, generalmente esa decisión se toma en consideración de la visibilidad y del impacto que pueda tener el artículo en cuestión. Vale la pena destacar un dato que ilustra esto que se viene diciendo. De acuerdo con una investigación realizada por De Pablos, Tuñez y Mateos (2015: 288-289):

En español se publican el 13,8% de las revistas que se incluyen en listados de GSM, el 5,2% de las revistas indexadas en Scopus y el 5,6% de las que están en la base de datos de WoS. En inglés, el 59,7% de las revistas indexadas por Google, el 88,7% de las de Scopus y el 86,9% de las de Web of Science.

Ahora bien, esto no quiere decir que la publicación en español deba abandonarse. Al contrario, representa un reto en tanto esta debe ser fortalecida y potenciada con productos de investigación publicados en revistas con visibilidad que generen un impacto a nivel académico-científico y social. La publicación en español se constituye, a decir de Cuello (2017), más que en una necesidad, en una obligación y en una oportunidad para la comunidad en razón de la democratización del saber y en aras del desarrollo de la academia latinoamericana.

*Periodicidad: la revista científica es una publicación periódica, y eso implica que estará siendo publicada cada cierto rango de tiempo. Así encontrará revistas que son publicadas mensualmente, otras que salen cada dos meses, otras publican de forma trimestral o cuatrimestral. Las más comunes son las revistas que tienen periodicidad semestral. Las hay anuales, y también las hay de periodicidad continua. La periodicidad de la revista demarca el tiempo en el que sale a la luz cada nuevo número. Así que, cuando un autor va a postular un trabajo debe considerar el período de tiempo en el que sale la revista, y si el tiempo de espera influye en la actualidad de los resultados de investigación o no. Vale destacar que las revistas de publicación continua publican los trabajos una vez son aceptados (y modificados, en caso de que hubiese sido necesario según el veredicto de los árbitros) y finalizado el proceso de edición del texto. Dentro del contexto de la periodicidad, vale la pena detenerse un poco revisando el historial de publicaciones de la revista y la cantidad de artículos que publica por año y por período. Ver ese dato permitirá advertir el comportamiento de la revista en términos de consistencia periódica (que publique en relación puntualmente con la periodicidad declarada), pero también en términos de las posibilidades de publicación de un artículo. Si la revista publica pocos artículos por número y por año, entonces hay mayor restricción.

*Proceso de validación: también conocido como referato, esto tiene que ver con el proceso de evaluación de los manuscritos, considerando elementos específicos que la revista declara en las diversas normativas que indica (entre los que se encuentran redacción, diseño, implementación de métodos, protocolos, instrumentos, resultados, aportes, entre otros). Vale considerar el sistema empleado para la evaluación (sistema doble ciego, simple ciego, revisión abierta). El más empleado de estos es el sistema a doble ciego, que implica desconocimiento dual, esto es, ni los evaluadores saben quién es el autor del manuscrito, ni este último sabe quién es el evaluador (Schonhaut, Millán y Podestá, 2017). Es quizá entre los sistemas empleados el que más resguarda el proceso y el que ofrece la mayor seguridad en la valoración de los manuscritos, en tanto y cuanto disminuye la posibilidad de conflicto de intereses, o la posible manipulación de la evaluación en razón de ciertas afinidades. La evaluación de los manuscritos resguarda la cientificidad de los trabajos a publicarse y vela por la calidad de la revista. Rodríguez-Gázquez (2011: 171), sostiene:

Ninguna revista científica, por más famosa que sea, tiene la capacidad de publicar todos los artículos que recibe, por lo que es necesario hacer una cuidadosa selección del material que le llega, eligiendo aquel que sea innovador, realizado con rigor científico y que tenga el mayor impacto potencial sobre los lectores. Adicionalmente, los editores tienen la presión de que los trabajos científicos que se publiquen deben ser de alta calidad para que le den credibilidad a la revista.

Con relación a este mismo tema, Devís-Devís et. al. (2014: 724), afirman que, la transparencia en el proceso de evaluación de los manuscritos (y no solo la duración de estos procesos) "permite que los autores potenciales puedan tomar decisiones informadas respecto a la selección de las revistas en las que publicar sus investigaciones".

* Visibilidad y acceso: la visibilidad de una revista es importante en tanto el investigador deberá recordar que, de lo que se trata es de divulgar y socializar los hallazgos. De hecho, uno de los requerimientos para indexación de revistas (en cualquiera de los índices) pasa por el tema de la visibilidad de la revista. Por ejemplo, se exige que la revista tenga una página web propia, bien sea que use el sistema Open Journal System [(OJS) trátase de "un software de código libre elaborado para la gestión editorial de las revistas que se comprometen con el acceso abierto -Open Access- Devís-Devís et. al. (2014)] o no, pero que tenga una página propia que facilite el acceso directo a los posibles lectores. Además de ello, el investigador debe indagar sobre las bases de datos, repositorios y catálogos en los que se encuentra la revista por cuanto ello le permitirá ser mucho más visible. El acceso es otro aspecto para tomar en cuenta por cuanto tiene que ver con la posibilidad que tenga un lector para el acceso al documento en cuestión. Hay revistas que trabajan con el sistema de acceso abierto, mientras que hay revistas que optan por el pago de una suscripción para tener acceso al texto completo, o el pago por un artículo en particular. A esto se le conoce como acceso restringido. Si el autor desea que su artículo sea accesible entonces optará por una revista que trabaje con el sistema de acceso abierto, y eso implica gratuidad al momento de ser consultado por un lector en cualquier lugar del mundo si se cuenta con acceso a la red, implica que quien desea, puede entonces descargar el archivo, copiarlo en otro dispositivo, imprimirlo, leerlo, citarlo, etc. (Soto y Vega, 2011).

*Lapsos de valoración y emisión de veredicto: este dato es importante por cuanto el investigador tendrá que considerar los lapsos que se da una revista para el proceso de evaluación de un manuscrito. Hay revistas que se dan como plazo 15 días, hay aquellas que en un mes ya tienen el proceso listo, hay otras que declaran un período de 3 a 6 meses. Pero hay otras que dan respuesta incluso en 1 año, o en 1 año y 6 meses, quizá más. Cuando una revista no declara el tiempo de evaluación y emisión de veredicto con respecto a un manuscrito (cosa que no es usual, pero aun así sucede), el autor podría hacerse una idea promediando los lapsos declarados por la revista al revisar los artículos de los últimos números de la misma. Allí busque la declaración en la que se haga patente la fecha de recepción del manuscrito y la fecha de aceptación. El investigador podrá tener información solo del lapso de los artículos aprobados, y desconocerá la información con respecto a los reprobados. Considere que esta información solo será referencial, porque cada artículo tiene sus particularidades. Vale aclarar que hay revistas que colocan como dato la tasa de rechazo de manuscritos. Conocer esta información es relevante en tanto algunos trabajos (con cierto tipo de resultados) en particular podrían perder vigencia o actualidad en caso de no ser publicados en su momento, y más aún cuando se trata de información importante que otorga o resta seriedad y prestigio a una revista. Al respecto, González y Mendoza (2012: 1), aclaran: "La duración del proceso editorial es un criterio importante en los índices internacionales que valoran la calidad de las revistas científicas, y también constituye un elemento decisivo de los autores al elegir la revista para publicar sus artículos". Ahora bien, no piense que, porque una revista tenga una alta tasa de rechazo, se convierte en una revista descartable para su artículo. Al contrario, por lo general se trata de una revista que posee una concentración importante de trabajos recibidos (al punto que algunas incluso suspenden la recepción de nuevos manuscritos durante ciertas etapas o momentos del año) y aplica un referato riguroso. Un dato más para destacar:

Un 20% de las revistas que se editan actualmente reciben un 80% de los trabajos, número que aumenta en Ciencias Sociales donde las revistas presentes en las bases de datos más prestigiosas internacionalmente (JCR o Scopus) son menos. Este hecho conlleva tasas de rechazo altas, llegando a arrojar, en algunos casos, un índice en torno al 90-95% (Delgado-Ponce, 2017:  1/1).

Dada la cita vale destacar también que otros estudios sugieren que no hay correlación entre una alta tasa de rechazo y el factor de impacto de la revista (Rocha da Silva, 2015). En todo caso, lo importante es que el artículo producido sea un artículo de calidad, y podrá optar por una publicación en revistas de alto impacto, no solo desde el punto de vista bibliométrico, sino por el impacto social y académico esperado.

*Tipos de artículos publicables por la revista: esta información es relevante en tanto se hace explícito por parte de la revista el tipo de trabajos que publica. Acá se encontrará el investigador con una diversidad, y esto se articula de alguna manera con la orientación temática de la revista. Investigaciones originales, ensayos, relatos de experiencias pedagógicas, críticas de libros, reseñas, revisiones sistemáticas, retracciones, entrevistas, entre otros. El investigador deberá cotejar si el artículo que ha preparado es considerable por la revista que está revisando en función de la tipología que prioriza la revista.

* Normas para los autores:cada revista establece pautas mínimas a considerar para postular un artículo. Estas tienen que ver con el formato de presentación de los trabajos, la estructura de los mismos según el tipo de artículo del cual se trate, la línea editorial y la orientación temática de la revista, la extensión del documento, las normas de citación, la construcción de lista de referencias, la cantidad de referencias permitidas, las fuentes y su tamaño, información sobre gráficos y tablas, entre otros elementos de importancia. Nótese que la primera revisión que se hace de un manuscrito es la que hace el editor de la revista para considerar si el trabajo está presentado de acuerdo con las pautas establecidas y si es apto para ser o no evaluado por los árbitros. De allí que sea necesario la revisión de las normas o pautas para postular un texto de estas características.

* Revisión preliminar de artículos publicados: revisar los últimos artículos que ha publicado una revista puede ser un ejercicio didáctico en tanto el investigador podrá verificar si la revista ha publicado artículos similares al que se postula, bien sea, en cuanto al tipo de texto (investigación original, revisión sistemática, ensayo, experiencia pedagógica, entre otros), o en cuanto a la calidad del documento, que muy bien puede incluir magnitudes en las proporciones muestrales, instrumentos y su validación, análisis de resultados, etc. Estos datos pueden ofrecer al investigador algún indicativo en razón de las probabilidades de su trabajo en relación con una revista específica.

* Costos asociados: El tema de los costos se ha convertido en uno de los temas más complejos en el contexto de la divulgación científica y la transferencia de conocimiento. Esto por cuanto el movimiento surgido en torno al acceso abierto ha colocado como punto de agenda el modelo comercial de publicación científica, que, asociado a tendencias de costos para instituciones y universidades, supone montos que crecen anualmente y generan una especie de mercantilización del conocimiento (Díaz, Ramírez y Díaz, 2019). Ello se evidencia en dos elementos claves: los costos por suscripción de revistas, índices y bases de datos, y los costos por publicación de artículos. Ambas dinámicas tocan finalmente al investigador pues encarece la investigación y crea un cóctel peligroso en torno a la publicación científica. Quien intenta publicar debe considerar que, hay revistas que, aun declarándose como publicaciones con el sistema de acceso abierto, estiman un costo por artículo una vez que este ha sido aprobado por la revista en el proceso de referato correspondiente. Pueden suceder 2 cosas: a) el autor no dispone de fondos para costear este monto; b) el autor, puede costearlo de forma personal, o cuenta con disposición financiera dada su vinculación con una institución que financia este tipo de erogaciones al estar interesada en la publicación de sus investigadores. Vale destacar que, cuando una revista tiene buenas prácticas editoriales, el costo asociado a la publicación de un artículo es relativamente bajo y no está relacionado con ventajas o preferencias al momento de ser evaluado, ni predispone de alguna manera a los árbitros de determinado trabajo para favorecer su evaluación. No es ese el enfoque. Generalmente las revistas que optan por este requisito lo hacen mucho más por los costos de producción y manutención de la revista (King y Tenopir, 2001). Así que, el investigador tendrá que decidir si puede postular considerando que, en caso de ser aprobado su trabajo, entonces tendrá que erogar el costo asociado a la producción del artículo en el número correspondiente.

* Convocatorias: muchas revistas hacen llamados para el envío de artículos. El investigador debe estar atento a tales llamados y considerarlos a la luz de lo que se requiere, y ello en tanto las convocatorias son diversas, esto es, para los números corrientes, para monográficos, para números especiales, o para un dossier. Este dato debe servir pues, las convocatorias generalmente tienen plazo de vencimiento, a menos que se trate de la convocatoria para los números corrientes de la revista (Cisneros y Olave, 2012).

¿Qué sucede con el factor de impacto?

Cuando se habla del impacto de una publicación es necesario destacar que se hace referencia a dos cosas. En primer término, a la repercusión que tendrá en el medio académico tal publicación, y en segundo término se hace referencia a un indicador específico empleado para ciertas mediciones. ¿Es importante considerar el factor de impacto al momento de seleccionar y decidir por una revista?: pues, sí.

Generalmente los investigadores hacen pesquisas seleccionando la revista en la cual consideran su trabajo tendrá mayor visibilidad, en la que pueda generar una alta relación de consultas/citas, y en la que el prestigio de la revista le otorgue a su trabajo un valor agregado. Estos considerandos son valorados en relación con el factor de impacto. Cuando se publica un artículo en una revista con alto FI, el investigador es referenciado en las más importantes comunidades del conocimiento, el grupo de investigación o la institución que respalda con su sello la publicación adquiere notoriedad, y ello le acerca a las posibilidades de concursar por fondos externos de los más importantes y robustos en términos de financiamiento, bien sea, a nivel nacional o a nivel internacional. Eso incluye la posibilidad de obtención de subvenciones y/o becas, entre otras cosas (Lameda, Suárez, Uzcátegui y Zambrano, 2015). Así las cosas, el factor de impacto (FI) se constituye como un indicador bibliométrico de relevancia en el contexto de la investigación. Así, se trata de un indicador que se calcula según la media de la cantidad de ocasiones que en un año se cita un artículo publicado en una revista considerando los dos años anteriores. En tal sentido, es empleado para adjudicar prestigio y relevancia a una revista.

También vale decir que, generalmente el FI está asociado a la importancia que tiene una revista dentro de las revistas que comparten su campo, y ello se determina por medidas de posición, siendo en este caso la de los cuartiles la que se usa. Por ello, el investigador encontrará que una revista, en su evaluación contará con el indicador respectivo (cuartiles): Q1, Q2, Q3, Q4. Esto quiere decir que cada uno de estos cuartiles manifiestan la posición de la revista en comparación con las demás de su campo. Así que, si se encuentra con una revista posicionada en el Q1, quiere decir que se trata de una revista considerada entre las más importantes por cuanto se encuentra en el rango con mayor FI. No obstante, vale considerar que, así como el FI tiene sus argumentos a favor, también presenta algunas limitaciones. De acuerdo con Márquez-Benavides y Baltierra-Trejo (2017), el valor del FI es relativo, y ello se entiende, tal y como supone García (2006: 44), en tanto que: "Considerar que una revista o un artículo tiene impacto por el número de citas que ha producido es un concepto erróneo, pues hay varios factores que alteran los resultados". Entre estos factores pueden estar: cada campo del saber tiene una tendencia en el contexto de las citas, así, habrá algunos campos en los que se generen abundantes citas (salud, por ejemplo), mientras que en otros campos no, y eso no determina que unos trabajos y revistas sean de mayor o menor calidad (Dorta y Dorta, 2014; Aleixandre-Benavent, Valderrama-Zurián y González-Alcaide, 2007), se sostiene que el FI es un indicador representativo del culto a lo cuantificable en desmedro del impacto social de una investigación (Fernández-Sola, Granero-Molina, Hernández-Padilla y Aguilera-Manrique, 2011), se habla de manipulabilidad del indicador de acuerdo con los intereses de los editores de revistas (Barsky, 2014), entre otros. En este orden de ideas, Campanario (2006: 4), agrega:

Deberían evitarse las comparaciones de los factores de impacto de revistas que pertenecen a áreas diferentes, ya que las dinámicas de generación del conocimiento, las pautas de cita y los mecanismos de publicación son, en general, diferentes. Además, hay que hacer constar que el ISI, a veces, utiliza criterios poco claros para incluir una revista en un grupo o en otro.

Otros datos a considerar es que, los trabajos de revisión sistemática tienden a ser más citados con frecuencia por el tipo de información que ofrecen; las autocitas tienen también cierta influencia; algunas revistas emplean un patrón de comportamiento (no escrito, no declarado) en la valoración de los manuscritos que sugiere la ‘necesidad’ de citar otros artículos de esa misma revista (en tanto ello aumenta el FI de la revista); y vale decir que, existen intereses institucionales y/o comerciales no declarados por parte de los más importantes índices que acreditan a las revistas y existe el interés específico en que algunas revistas muy particulares sean indexadas por los índices en cuestión que son quienes miden a su vez el FI. En un trabajo realizado tomando en consideración el FI como un índice (apropiado o no) para determinar el grado de evidencia de estudios sobre procedimientos terapéuticos en revistas quirúrgicas, Manterola, Pineda, Vial y Losada (2005: 46-47), llegaron a la conclusión de que:

(...) estudios empíricos en relación con la validez del FI como indicador carecen de calidad, y se sabe que hay múltiples variables que pueden intervenir en el cálculo del FI y que pueden verse afectadas o incluso constituir sesgos como, por ejemplo, el tipo de revista y su peso, la lengua de la publicación, el nombre de los autores, las autocitaciones, las citaciones repetidas (pocos artículos tienen muchas citaciones y la mayoría son citados de forma ocasional o nunca).

En razón de estas (y otras) limitaciones, se han generado modificaciones que apuntan a una medición con mayor exactitud, por ejemplo, FI ponderado por especialidad (Dorta y Dorta, 2014), FI ajustado (medido en períodos mucho más cortos), entre otros (Aleixandre-Benavent, Valderrama-Zurián y González-Alcaide, 2007). Si bien es cierto que el FI tiene una repercusión y una dinámica distinta en los diversos campos de las ciencias, puede ser un indicador que ayude al investigador a decidirse por una u otra revista. Ahora, también es importante considerar que el FI de una revista puede variar en el tiempo, y debe pensarse en la relación del FI para el momento en el que hace la revisión y el tiempo que podría tardar el artículo en ser publicado.

Ayuda para selección de revistas

Existen herramientas tecnológicas en forma de programas específicos diseñados para ayudar al investigador en razón de la selección de revistas científicas. Estos programas (que no son infalibles) pueden consultarse online y permiten la búsqueda a través de una serie de algoritmos. Entre algunos de estos tenemos:

Desde la plataforma de Web of Science (WoS) se puede tener acceso a una herramienta denominada Manuscript Matcher, que funciona con una serie de algoritmos que permite ubicar revistas (en un listado al que llaman The Master Journal List) relacionadas con la temática señalada por quien consulta en tanto pretende publicar un texto. La herramienta va seleccionando la revista según los datos aportados por quien consulta, filtrando así la búsqueda y sugiriendo revistas. A través de WoS también se puede generar la búsqueda con EndNote, que, es un software con múltiples aplicaciones. Puede consultar en: https://apps.clarivate.com/mjl-beta/home

  1. Find My Journal: software que selecciona las revistas empleando un algoritmo matemático y objetivo para preseleccionar las mejores y más adecuadas revistas para publicar. Trabaja con WoS, Scopus, Springer, PubMed, etc. Se puede consultar en: https://www.findmyjournal.com/es/inicio/
  2. Journal Suggester: programa que emplea algoritmos semánticos y relaciona el FI con los intereses de búsqueda de los investigadores. Trabaja de forma exclusiva con revistas del universo Springer y BioMed. Puede consultarse en: https://journalsuggester.springer.com/#
  3. Enago Open Access Journal Finder: software que rastrea revistas científicas indexadas en acceso abierto de calidad que están pre-evaluadas para protegerlo de las denominadas ‘revistas depredadoras’. Trabaja con revistas incluidas en el Directorio de Revistas de Acceso Abierto (DOAJ). Puede consultarse en: https://www.enago.com/academy/journal-finder/ 
  4. Edanz Journal Selector: programa que emplea datos de Thomson Reuters, permite de igual forma hacer un análisis comparado de las revistas según indicadores de impacto. Puede consultarse en: https://www.edanzediting.com/journal-selector
  5. MIAR: La Matriz de Información para el Análisis de Revistas (MIAR) no es técnicamente un software para selección de revistas, pero sí recolecta datos para identificar, filtrar y analizar revistas según su indexación, ISSN y su ubicación en bases de datos, índices y repositorios. Se puede consultar en: http://miar.ub.edu/
  6. Journal/Autor/Name/Estimator (Jane): programa que emplea PubMed como motor de búsqueda, y filtra las revistas y artículos a través de las plataformas de Medline y DOAJ. Trabaja además con un indicador denominado ‘Influencia del Artículo’ (IA), que mide la cantidad de citas de un artículo durante los primeros 5 años después de su publicación. Puede consultarse en: http://jane.biosemantics.org/
  7. Journal Guide: programa que reúne bases de datos de revistas y permite hacer la comparación considerando algunos indicadores de calidad de las revistas según los índices de las mismas. Puede consultarse en: https://www.journalguide.com/
  8. Journal Selector: programa que, a diferencia de los anteriores, no trabaja con indicadores de impacto, sino con criterios específicos asociados con los procesos de gestión interna de la revista, por ejemplo: sistema de evaluación de la revista, sistema de acceso, lapso en la evaluación de los manuscritos y emisión de veredicto, etc. Filtra revistas asociadas a la base de datos Cofactor Journal Selector. Muy útil para la selección de revistas según estos criterios, puede consultarse en: http://cofactorscience.com/journal-selector
  9. Springer Journal Selector: programa que compara revistas según FI y revistas con sistema de acceso abierto. Solo filtra revistas asociadas a la editorial Springer. Puede consultarse en: https://www.springer.com/gp/authors-editors/journal-author/journal-author-helpdesk/preparation/1276#c1258
  10. Elsevier Journal Finder: programa que filtra revistas exclusivas de la editorial Elsevier. Emplea el criterio de la selección por el sistema de acceso a la revista (abierto o restringido), ubicando revistas según líneas temáticas. Puede consultarse en: https://journalfinder.elsevier.com/

Además de los programas ya mencionados, existen redes sociales académicas que funcionan como espacios de intercambio de información y publicaciones, en las que hay grupos de trabajo entre investigadores que comparten información en relación con las revistas científicas, bien sean, disciplinares o multidisciplinares. Como ejemplo: Mendeley, Academia, Research Gate, ResearchID, Epernicus, Labroots, My Science Works, entre otras. Un investigador también puede ubicar información visitando repositorios nacionales en los portales institucionales de los consejos, comisiones o fondos nacionales de ciencia y tecnología de los respectivos países en los que se genera información sobre bases de datos y revistas acreditadas e indexadas. Finalmente, se exhorta a los investigadores a plantearse la necesidad de mantenerse en contacto permanente con la comunidad académica invisible, ya que se trata de una comunidad que de manera constante se está alimentando de nuevos procesos, de nuevas tecnologías, de avances en los que la divulgación científica marcha a la vanguardia, y esto puede implicar nuevos medios de divulgación, nuevos formatos como el libro científico, entre otros.

Conclusiones

En primer lugar, se destaca que, por más que se considere esta una lista de criterios que plantean un escenario complejo para la publicación, no debe pensar el investigador que es imposible publicar. De hecho, según el Informe de la Unesco sobre la Ciencia Hacia 2.030 (2015), a la fecha de edición del informe, se publicaron solo ese año 1.272.118 artículos científicos en el mundo (indexados en revistas WoS) con una tendencia al alza. Esto nos permite inferir que la publicación científica no es imposible, y puede convertirse en una tarea gratificante para el investigador novel que se aventura en el contexto de la divulgación de la ciencia. En segundo lugar, conocer y manejar criterios con los que un investigador pueda seleccionar revistas científicas adecuadas que reporten visibilidad y generen impacto social y cienciométrico, ayudará a reducir la presión por publicar en los investigadores, y ayudará a encausar mucho mejor las publicaciones en razón de los alcances de las mismas en los tipos de revistas en las cuales se postulan los trabajos.

En tercer lugar, hacer el ejercicio de sistematizar y seleccionar una revista para postular su trabajo aportará herramientas a los investigadores para fortalecer sus propuestas de investigación en tanto se mantiene informado sobre el estado del arte vigente en el campo objeto de estudio, al tiempo que enriquecerá la labor docente en tanto y cuanto ello impactará en la consulta de los estudiantes tanto en pregrado como en postgrado. Es decir, tener un profesor más informado redundará en estudiantes más informados y con mayores herramientas de búsqueda al momento de seleccionar fuentes y recursos. En último término, el ejercicio de búsqueda para seleccionar una revista aportará elementos de carácter bibliométrico que ayudarán al investigador y a las mismas instituciones en función de las redes y los diálogos académico-científicos que se tejen de manera natural en ese contexto. Y finalmente, lograr la publicación es un logro académico de relevancia para la academia que reporta beneficios en diversas dimensiones, la más importante de ellas: la generación del diálogo académico-científico dada la producción de conocimiento. Esto permitirá que el investigador participe en un ciclo de producción de conocimiento.


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